La limpieza de boca, especialmente en los animales de raza pequeña (menos de 5 kilos), como consecuencia del pH de la saliva acumulan una gran cantidad de sarro, lo que conlleva a una pérdida temprana de muchas piezas dentales, mal olor, así como el origen de infecciones digestivas y respiratorias.
La forma más eficaz de limpieza es mediante ultrasonidos, previa sedación o anestesia, puliendo posteriormente las piezas dentales para evitar de forma temprana el depósito de sarro.
Los consejos dietéticos y de higiene nos ayudarán a retrasar lo máximo posible la aparición del sarro, aunque sea imprescindible la realización de limpieza de boca, por lo menos anualmente.
Otro problema generado por el sarro, es la generación de caries, que requieren del empaste para la conservación de la pieza dental, ya que algunas de ellas, como los colmillos inferiores, son fundamentales para la sujeción de la lengua en su posición correcta, evitando que salga lateralmente de la cavidad bucal.
